domingo, 30 de noviembre de 2008

Ese oscuro objeto de deseo.

Me levanto dormido, como un autómata. Llego a la cocina con un sublime esfuerzo, entreabro los ojos para ver algo y preparo de cualquier manera la taza milagrosa. Per no soy un ser humano hasta después del primer sorbo.
Javier Auserd.

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