viernes, 30 de enero de 2009

Las tinieblas.

Georges de La Tour
En la penumbra de la casa tibia a estas horas me muevo como un fantasma blanquecino. Fuera llueve. Me encanta. Me encanta que llueva mientras voy hacia la cocina y me preparo un café y luego me lo tomo despacio, despacio, antes de que la luz inunde las benditas tinieblas.
Javier Auserd.

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